«Al cumplirse el plazo, estos jóvenes se veían más sanos y mejor alimentados que cualquiera de los que participaban de la comida real. Así que el guardia les retiró la comida y el vino del rey, y en su lugar siguió alimentándolos con verduras»(Dan. 1:15, 16).
De niño, mi lugar preferido del supermercado era el pasillo de los cereales. Había muchas cajas de colores llenas de combinaciones crujientes de azúcar y colorante. ¡Y a veces esas cajas tenían premios adentro! Recuerdo que le rogaba a mi mamá que comprara el cereal Trix porque incluía un pequeño avión de plástico.
No era fácil convencer a mamá. Ella creía que el cereal para el desayuno, al igual que la comida para perros, debía ser barato y saludable. Por eso desayunábamos avena cocida, o su granola casera que era, básicamente, avena agrupada en trozos secos.
Finalmente, un día mamá dijo «sí», y yo no podía esperar a llegar a casa para revisar la caja y encontrar mi premio.
En las cajas de cereal, vienen todo tipo de cosas de regalo para atraer la atención de niños como yo, pero una de las más interesantes fue cuando la compañía de avena Quaker regaló un pedacito de Canadá.
Cuando abrías tu caja de arroz inflado, no había un terrón de tierra cubierto con pelo de alce, sino un título de propiedad similar al oficial, por una pulgada cuadrada de territorio de Yukón en Canadá: el sitio de una famosa fiebre del oro.
No estoy seguro de qué se suponía que podías hacer con un terreno de una pulgada. Imagino que podías plantar una zanahoria. O buscar oro excavando con una cucharita. Una cosa es segura: no tardarías mucho en cortar el pasto.
Bueno, resultó ser que los elegantes títulos de propiedad que regalaban en las cajas de cereal no eran verdaderos. Quaker tenía terrenos en Canadá, pero ninguna parte del terreno fue transferida legalmente a los consumidores de cereal para el desayuno. Diez años después de esa promoción, Canadá recuperó la propiedad a causa de los impuestos impagos, y ahora es un campo de golf.
Si compraste cereal con la esperanza de obtener una propiedad real en Yukón, te dejaron con las manos vacías. Si te digo la verdad, muchas de esas cajas de cereal no solo no traen regalos de ningún valor real, sino que sus cereales tampoco tienen mucho valor nutricional. Tengo que admitir que las comidas más saludables no vienen en cajas de colores, sino que son como la granola de mamá. Kim