Los libros que habéis estado leyendo han sido ideados por los agentes de Satanás, para embrujar la mente con teorías formadas en la sinagoga de Satanás, para mostraros cómo podéis servir al maligno con dignidad satánica. ¡Cuán numerosos son los libros de tendencias incrédulas, producidos con la intención de perturbar la mente mediante dudas especiosas! Satanás los ha envuelto en su aliento ponzoñoso, y una mortífera malaria espiritual afecta al alma que los lee.
¡Qué montón de lectura ficticia hay en el mundo para llenar la mente con fantasías y extravagancias, creando así la aversión por las palabras de verdad y justicia! La mente se incapacita así para pensar pensamientos solemnes, para investigar paciente y perseverantemente las Escrituras, que son el libro guía por el cual habéis de ser dirigidos al paraíso de Dios.
Mucho se escribe en cuanto a cómo ganar un tesoro terrenal, como si la riqueza de este mundo pudiera comprarnos un pasaporte para el cielo. ¡Cuántos volúmenes de historia han sido escritos, llenos de hazañas temerarias y presuntuosas de hombres cuyas vidas no arrojan una sola vislumbre sobre el camino que lleva a la tierra mejor!