LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Lucas 10:30–37; Mateo 5:14–16; Lucas 4:18–23; Jeremías 29:13; Mateo 7:7; 1 Tesalonicenses 2:6–8.
PARA MEMORIZAR:
“Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos” (1 Tes. 2:6-8).
Desde los primeros tiempos en que los fieles se reunían para adorar a Dios, en sinagogas, hogares e iglesias, la Biblia muestra a gente que, mediante el estudio de las Escrituras y la adoración, anhela conocer a Dios y comprender su voluntad. La Biblia también revela repetidamente que la iglesia es un lugar donde debe haber deliberaciones serias y relevantes, y donde la gente pueda crecer en el conocimiento de Dios y su voluntad.
A veces tenemos miedo de hacer preguntas. Sin embargo, descubrimos que en la Biblia muchas veces se usan preguntas para lograr que la gente tenga una comprensión más clara de Dios. Para que la iglesia sea un lugar de aprendizaje, debe proporcionar el espacio para que haya verdadero diálogo.
Así como suele decirse en la escuela: “No hay preguntas tontas”, debemos ofrecer dentro de la iglesia un entorno seguro para que cada persona crezca en la gracia y en la comprensión de Dios y su plan para su vida.
Lección de Escuela Sabática Para Adultos 2020.
4to. trimestre 2020 “LA EDUCACIÓN”
Lección 9 «LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN«
Colaboradores: Eunice Castañón & Guadalupe Cortez