La fe significa confiar en Dios, creer que nos ama y que él sabe mejor qué es lo que nos conviene. Por eso nos guía a escoger su camino en lugar del nuestro. En vez de nuestra ignorancia, aceptemos su sabiduría; en vez de nuestra debilidad, su fuerza; en vez de nuestra pecaminosidad, su justicia. Nuestra vida, nosotros mismos, ya somos suyos; es la fe lo que nos lleva a reconocer su derecho de propiedad sobre nosotros y a aceptar su bendición. La verdad, la justicia y la pureza han sido señaladas como los secretos del éxito en la vida. Es la fe la que nos permite ser poseedores de estas virtudes.
»Todo buen impulso o aspiración es un don de Dios; es por medio de la fe que Dios nos imparte la vida que puede producir desarrollo y eficiencia verdaderos .
»Hemos de explicar claramente cómo se puede ejercer fe. Toda promesa de Dios tiene ciertas condiciones. Si estamos dispuestos a hacer su voluntad, todo su poder es puesto a nuestra disposición. Cualquier don que nos prometa se encuentra en la promesa misma. “La semilla es la palabra de Dios” (Luc. 8: 11). Tan ciertamente como se encuentra la semilla del roble en la bellota, se encuentra el don de Dios en cada una de sus promesas. Si recibimos la promesa, recibimos el don.
»La fe que nos capacita para recibir los dones de Dios, es en sí misma un don del cual se imparte una porción a cada ser humano. Aumenta a medida que va siendo usada para asimilar la Palabra de Dios. A fin de fortalecer la fe debemos ponerla a menudo en contacto con la Palabra.
»Al estudiar la Biblia hemos de ser guiados a experimentar el poder de la Palabra de Dios. En ocasión de la creación “él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió”. Él “llama las cosas que no son como si fueran” (Sal. 33: 9; Rom. 4: 17), porque cuando las llama, entonces llegan a la existencia. […] La fe es necesaria tanto en los asuntos de menor importancia como en los verdaderamente trascendentales de la vida. En todos nuestros asuntos y nuestras ocupaciones diarias, la fuerza sustentadora de Dios llega a ser real para nosotros por medio de una inquebrantable confianza. […]
»Por la fe en Cristo podemos superar cualquier deficiencia de carácter, purificar cualquier impureza, corregir cualquier falta y desarrollar toda buena cualidad. […]
»La oración y la fe están íntimamente ligadas y necesitan ser tomadas en cuenta juntas. En la oración de fe hay una ciencia divina; es una ciencia que debe comprender todo el que o quiera tener éxito en la obra de su vida. Cristo dice: “Por eso les digo que obtendrán todo lo que pidan en oración, si tienen fe en que van a recibirlo” (Mar. 11: 24). […] Nuestras peticiones, pues, deben estar de acuerdo con lo que Dios ha prometido, y todo lo que recibamos ha de ser usado para cumplir con su voluntad. […] Cuando cumplimos con las condiciones, el cumplimiento de las promesas divinas nunca falla».-ELENA G. DE WH1TE, La educación, cap. 30, pp. 229-233
Después de haber analizado la lección de esta semana:
¿Qué aplicaciones personales te sientes motivado a realizar en tu vida?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020.
4to trimestre 2020 “Los Principios De La Educación”
Lección 8: «LA EDUCACIÓN Y LA FE«
Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo