Dios le pidió al profeta Samuel que fuera a la casa de Isaí para buscar al futuro rey de Israel. Samuel pensó que sería uno de los muchachos más altos y fuertes, pero Dios conocía el corazón del jovencito David, que se encontraba en el campo cuidando el rebaño de su padre. Tuvieron que ir a buscarlo, porque él era a quien Dios había elegido para reinar sobre su pueblo.
¿Y yo?
Tal vez las personas no te consideren importante porque eres pequeño, pero para Dios eres muy valioso.
Mi oración para hoy
Ayúdame, Señor, a tener un corazón bueno y amistoso.
En la Biblia leemos:
«El hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón»