Cuando sea proclamado el tercer mensaje, crece[rá] hasta convertirse en un fuerte clamor, y a medida que la obra final sea acompañada por gran poder y gloria, los fieles hijos de Dios participarán de esa gloria. La lluvia tardía es la que los revive y fortalece para que puedan pasar por el tiempo de angustia.— Comentario Bíblico Adventista 7:995 (1862).
A medida que se acerca el fin, los testimonios de los siervos de Dios se harán más decididos y poderosos.—Manuscrito 464, 1892.
Este mensaje (Apocalipsis 14:9-12) abarca los dos mensajes precedentes; se lo presenta como si fuera pronunciado a gran voz, es decir, con el poder del Espíritu Santo.—Comentario Bíblico Adventista 7:991 (1900).
A medida que el mensaje del tercer ángel crece y se convierte en un fuerte clamor, gran poder y gloria acompañarán a su proclamación. Los rostros del pueblo de Dios resplandecerán con la luz del cielo.—Testimonies for the Church 7:17 (1902).
En medio de las sombras densas de la última gran crisis de la tierra, la luz de Dios alumbrará con más brillo, y se oirá en los acordes más claros y elevados, el canto de esperanza y confianza.— La Educación, 162 (1903).
Como está predicho en el capítulo 18 de Apocalipsis, el mensaje del tercer ángel ha de ser proclamado con gran poder por aquellos que den la advertencia final contra la bestia y su imagen.—Testimonies for the Church 8:118 (1904).