«A las naciones del norte y a las naciones del sur les diré: Devuélvanme a mi pueblo; no se queden con ellos. Dejen que mis hijos y mis hijas, vuelvan de los lugares más lejanos. Yo los he creado para que me adoren y me canten alabanzas». Isaías 43: 6-7, TLA
EL CIELO SE ENTRISTECIÓ al saber que el hombre estaba perdido y que el mundo creado por Dios iba a poblarse de mortales condenados a la miseria, la enfermedad y la muerte, sin remisión para el ofensor. Toda la descendencia de Adán iba a pasar por la muerte. Vi entonces al compasivo Jesús y contemplé una expresión de bondad y tristeza en su semblante. Luego lo vi acercarse a la deslumbradora luz que envolvía al Padre. […] Tres veces quedó envuelto por la esplendorosa luz que rodeaba al Padre, y la tercera vez salió de junto al Padre, de modo que ya fue posible ver su persona. […]
Dijo entonces a los ángeles que se había hallado un medio para rescatar a la humanidad perdida; que él había estado intercediendo con su Padre, y había obtenido el permiso de dar su vida como rescate por la raza humana y de tomar sobre sí la sentencia de muerte para que por su medio todos pudiéramos recibir perdón; para que por los méritos de su sangre y su obediencia a la ley de Dios, obtuviéramos el favor del Padre y pudiéramos volver al hermoso huerto del cual se perdió el derecho a acceder.— Primeros escritos, cap. 31, p. 166.
Oí la voz de Dios que estremecía cielos y tierra. […] Miré a la hueste que poco antes estaba en tan angustiosa esclavitud y vi que su cautividad había cesado. Los iluminaba una luz refulgente. […] Se había desvanecido toda huella de inquietud y fatiga, y cada rostro reflejaba salud y belleza. […] Esta luz y gloria permanecieron sobre ellos hasta que se vio a Jesús en las nubes del cielo, y la fiel y probada hueste fue transformada en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, de gloria en gloria.— Me., cap. 63, pp. 325-326.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LO QUE DIOS NOS OFRECE» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez