Nos reunimos para edificamos unos a otros mediante el intercambio de pensamientos y sentimientos, para obtener fuerza, luz y valor al cono• cer mejor nuestras esperanzas y aspiraciones mutuas; y al elevar con fe nuestras oraciones fervientes y sentidas, recibimos refrigerio y vigor de la Fuente de nuestra fuerza. Estas reuniones deben ser momentos muy preciosos …
No todos tienen la misma experiencia en su vida religiosa. Pero si se reúnen los que han pasado por diversas circunstancias, pueden hablar de lo que han experimentado con sencillez y humildad. Todos los que prosiguen adelante en la carrera cristiana, deben tener y tendrán una experiencia viva, nueva e interesante. Una experiencia viva se compone de pruebas diarias, conflictos y tentaciones, arduos esfuerzos y victorias y mucha paz y gozo obtenidos mediante Jesús. Un simple relato de estas cosas da luz, fuerza y conocimiento que ayudarán a otros en su progreso en la vida cristiana. Educa la mente para amar la Biblia, amar la reunión de oración,amar la hora de meditación, y sobre todo, la hora en la cual el alma comulga con Dios (En los lugares celestiales, p. 93).
Cuando Cristo llamó a sus discípulos y los intimó a dejar sus redes, les dijo que haría de ellos pescadores de hombres. Con estas palabras quería decir que debían trabajar. Al comunicar la verdad a los demás, debían dejar caer las redes al lado derecho del barco. Con esto quería decir que debían trabajar con fe para salvar almas. Y al obrar en favor de los individuos, gracias a la providencia de Dios, lo harían también por las comunidades. No debían pensar que cada uno de ellos constituía un elemento distinto en la obra, siro como las hebras individuales de un gran conjunto, inseparablemente unido; como los eslabones de una cadena, relacionados con sus semejantes y con Dios (Cada día con Dios,p. 251).
Reúnanse pequeños grupos para estudiar las Escrituras. No perderán nada y ganarán mucho. Los ángeles del cielo asistirán a sus reunio• nes y al alimentarse con el pan de vida recibirán fortaleza espiritual. Se estarán alimentando, por así decirlo, con las hojas del árbol de la vida. Sólo así mantendrán su integridad. La lealtad a Jesucristo les asegurará la más preciosa recompensa. Procure cada alma la vida eterna, aceptando a Cristo en palabra y en espíritu. Ha empeñado su palabra de que nos reconocerá alegre, cordial y gozosamente ante su Padre que está en los cielos: ¿No vale acaso la pena luchar por esto? Vean qué pueden hacer personalmente para ser fieles a los principios, para mantenerse incontaminados en todo aspecto de la vida, y entonces contemplarán su gloria (Cada día con Dios, p. 9).
La benigna presencia de Cristo en su Palabra está siempre hablando al alma, representándolo por medio de la fuente del agua viva que refresca el alma sedienta. Es nuestro privilegio tener un Salvador vivo y permanente. Él es la fuente de poder espiritual implantada dentro de nosotros, y su influencia se manifestará en palabras y acciones, refrigerando a todos los que están dentro de la esfera de nuestra influencia, creando en ellos deseos y aspiraciones de fuerza y pureza, de santidad y paz, y del gozo que no trae consigo dolor. Este es el resultado cuando el Salvador mora dentro de nosotros (Testimonios para los ministros, p. 390).
Notas de Ellen G. White para la Escuela Sabática 2020.
4to. trimestre 2020 “COMO INTERPRETAR LA BIBLIA”
Lección 9: «LA IGLESIA Y LA EDUCACIÓN»
Colaboradores: Rosalyn Angulo & Esther Jiménez A