«En mí se hallan el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder» (Proverbios 8:14).
Jaime Alfonso Escalante Gutiérrez nació en La Paz (Bolivia) el 31 de diciembre de 1930. Fue un destacado profesor de matemáticas que llegó a los Estados Unidos en 1964, con treinta y tres años de edad, sin saber hablar inglés. Para poder conseguir su acreditación como maestro, tuvo que estudiar inglés por las noches y realizar todo tipo de trabajos, como servicios de limpieza y preparar hamburguesas en un pequeño local. Un día consiguió un empleo en una empresa de ordenadores, pero lo cambió por uno con menor salario: profesor de matemáticas en el Instituto Garfield del este de Los Ángeles (California, EE.UU.), donde la mayoría de los estudiantes procedían de familias hispanas con bajos recursos. A pesar de que solo había sido contratado para dar clases de matemáticas básicas, se empeñó en enseñar a sus alumnos mucho más de lo que se le había pedido. Hizo de sus clases verdaderas cátedras de motivación. Se acercó a aquellos jóvenes de manera personal y les enseñó a creer en sí mismos. Invirtió muchas más horas fuera de su jornada laboral ayudando a sus alumnos en la comprensión de las matemáticas. Fue así como los convenció de aprender cálculo y presentarse al examen nacional avanzado. Durante varios años, la mayoría de sus alumnos aprobaron, muchos con la nota máxima, lo cual permitió a los jóvenes acceder a becas universitarias. En 1988, Escalante recibió la medalla presidencial a la excelencia en educación de manos de Ronald Reagan y fue reconocido como el profesor hispano más influyente de los Estados Unidos. Jaime Escalante enseñó en Garfield de 1974 a 1991 y cambió la vida de muchos jóvenes. Murió el 30 de marzo de 2010.
¿Qué significa ser inteligente? El Diccionario de la Real Academia Nacional de Medicina dice que la inteligencia es la «facultad o capacidad de pensar, comprender, deducir, inducir, abstraer, establecer juicios y realizar o crear operaciones lógico-racionales que permitan resolver problemas». Ser inteligente no depende de la raza, nacionalidad, condición social o sexo. Más bien, es una facultad que todo ser humano puede desarrollar a través del esfuerzo constante. Pero el texto de este día asegura que Dios puede desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de la inteligencia. Por eso, la necesidad de que forme parte de tus grandes proyectos académicos. La suma del poder divino más el esfuerzo humano da lugar al éxito en todos los ámbitos de la vida.
Este día, pide al Señor que te ayude a escuchar su voz y a esforzarte al máximo en los estudios.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2020 «Una Nueva Versión de Ti» Por: Alejandro Medina Villarreal Colaboradores: Israel Esparza & Ulice Rodriguez