«¿ Qué hace un rey que sólo tiene diez mil soldados, para defenderse de otro rey que lo va a atacar con veinte mil? Primero tendrá que ver si puede ganar la batalla con solo diez mil soldados. Y si ve que no puede ganar, aprovecha que el otro rey todavía está lejos y manda mensajeros a pedir la paz Por eso, piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen». Lucas 14: 31-33, TLA
DIOS NO FUERZA LA VOLUNTAD de sus criaturas. No puede aceptar un homenaje que no le sea tributado voluntaria e inteligentemente. Una mera sumisión forzada impedirá un verdadero desarrollo de la mente y del carácter, haciendo de las personas simples autómatas. Ese no es el designio del Creador. […]
Al consagrarnos a Dios, tenemos necesariamente que abandonar todo aquello que nos separaría de él. […] Es necesario que renunciemos a todo lo que aleje de Dios nuestro corazón.
Las riquezas son el ídolo de muchos. El amor al dinero y el afán por acumularlo constituyen la cadena de oro que los tiene sujetos a Satanás. Mucha gente adora la fama y los honores mundanos. El ídolo de otros es una vida de comodidad egoísta libre de responsabilidad. Estas ataduras de servidumbre tienen que ser rotas. No podemos consagrar una parte de nuestro corazón al Señor y la otra al mundo (Mat. 6: 24-34). No somos hijos de Dios a menos que lo seamos sin reservas. […]
Cuando Cristo mora en el corazón de alguien, esa persona rebosa de tal manera de su amor y del gozo de su comunión, que se aferra a él; y contemplándolo se olvida de sí misma. El amor a Cristo es el móvil de sus acciones. […] Pretender que se pertenece a Cristo sin sentir ese profundo amor, resulta en mera palabrería, o en estéril formalismo o gravosa e insoportable obligación.
¿Crees que es un sacrificio demasiado grande darlo todo a Cristo? Pregúntate: «¿Qué ha hecho Cristo por mí?».— El camino a Cristo, cap. 5, pp. 66-69.
Dios nos hará tocar el suelo una y otra vez hasta que, con corazón humilde y sujetos a él nuestros pensamientos, pasemos las pruebas que nos haya puesto y nos santifiquemos completamente para un servicio activo en su nombre.— Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 211, adaptado.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LO QUE DIOS ESPERA DE NOSOTROS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez