«Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección del Dios todopoderoso. El es nuestro refugio, el Dios que nos da fuerzas, ¡el Dios en quien confiamos! Solo él puede librarnos de los peligros ocultos y de enfermedades mortales; solo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos. Ni de día ni de noche tendremos que preocuparnos de estar en peligro de muerte». Salmo 91: 1-5, TLA
EL PUEBLO DE Dios que guarda sus mandamientos está bajo la protección del amplio escudo del Omnipotente. «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré». Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y protección es su verdad» (Sal. 91: 1-4).— Testimonios para la iglesia, t. 8, p. 131.
Nuestro Dios tiene a su disposición el cielo y la tierra y sabe exactamente lo que necesitamos. Solo podemos ver hasta corta distancia delante de nosotros; mas «no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta» (Heb. 4: 13). Por encima de las perturbaciones terrenales está él entronizado; y todas las cosas están abiertas a su divina visión; y desde su grande y serena eternidad ordena aquello que su providencia considera que es lo mejor.
«¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita» (Mat. 10: 29, DHH). El odio de Satanás contra Dios lo induce a deleitarse en destruir incluso a los animales. Y únicamente por el cuidado protector de Dios son preservadas las aves para alegrarnos con sus cantos de gozo. Pero él no se olvida siquiera de los pajarillos. «Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos» (Mat. 10: 31, DHH).— ‘1)0. , p. 285.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LO QUE DIOS ESPERA DE NOSOTROS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez