«No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el Reino» (Lucas 12: 32).
Una vez más, Jesús alienta a sus seguidores a no tener miedo. Esta vez, dirige su mirada hacia el Reino reino de de Dios. Si bien, en muchas de sus parábolas Jesús empleó la expresión el reino de los cielos para en muchas designar de la sus obra parábolas, de la gracia Jesús divina empleó la expresión «el en el corazón humano, en otros pasajes hace referencia a un lugar real y concreto que será el hogar definitivo de los redimidos. Patriarcas y profetas creían en la existencia de ese lugar. Abraham, habiendo vivido como extranjero, esperaba morar en la ciudad construida por Dios (Hebreos 11: 8-10).
«En la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, creyéndolo, saludándolo y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Pero anhelaban una patria mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad» (vers. 13-16). Las horas previas a su crucifixión, el Salvador recordó a sus discípulos esta fiel realidad, diciendo: «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros» (Juan 14: 1-3).
La Biblia asegura que «los justos heredarán la tierra y vivirán para siempre en ella» (Salmo 37: 29). A través del profeta Isaías, el Señor declara: «Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras y en lugares de reposo» (Isaías 32: 18); «Nunca más se hablará de violencia en tu tierra, ni de destrucción o quebrantamiento en tu territorio» (Isaías 60: 18). ¿Quieres saber más? Puedes leer la descripción de las mansiones eternas en Apocalipsis 21 y 22.
El reino de Dios no debe pensarse como un lugar indefinido y confuso, donde espíritus intangibles estén merodeando de aquí para allá. Más bien, debe entenderse como un lugar real, en el que <<los redimidos participarán en las ocupaciones y los placeres que daban felicidad a Adán y Eva en el principio» (Eventos de los últimos días, cap. 20, p. 242). Un lugar donde «edificarán casas y morarán en ellas; plantarán viñas y comerán el fruto de (Isaías 65:21). cosas impensables «son las que Dios ha preparado para los que lo aman» (l Corintios 2:9).
En este día, te invitamos una vez más, a elevar tu vista más allá de los problemas. Recuerda que en la tierra nueva «la paz no tendrá límite» (Isaías 9: 7) «y Dios mismo estará contigo como tu Dios» (Apocalipsis 21:3).
Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2020 «Buena Medicina es el Corazón Alegre» Por: Julián Melgosa – Laura Fidanza.
Colaboradores: Ricardo Vela & Esther Jiménez