«Fue un tiempo de oportunidades maravillosas para los judíos. Las personalidades más altas del cielo obraban sobre los corazones de los reyes, y al pueblo de Dios le tocaba trabajar con la máxima actividad para cumplir el decreto de Ciro. No debiera haber escatimado esfuerzo para restaurar el templo y sus servicios ni para restablecerse en sus hogares de Judea. Pero mientras se manifestaba el poder de Dios, muchos carecieron de buena voluntad. La oposición de sus enemigos era enérgica y resuelta, y gradualmente los constructores se descorazonaron» (Profetas y reyes, cap. 46, p. 382).
APLÍCALA A TU VIDA
La cita de la sección Más luz, tomada del libro Profetas y reyes de Elena G. de White, señala que los constructores del templo en los días del rey persa Ciro, se desanimaron en la reconstrucción del templo. ¿Ha habido algún momento en tu familia o iglesia en el que algunos se desanimaron después de haber seguido inicialmente la dirección de Dios? ¿Alguna vez has participado o colaborado en un proyecto de construcción de una iglesia? ¿Qué influencia tuvo el proyecto en tu vida? ¿Has participado o participas actualmente en un proyecto de recaudación de fondos para construir un nuevo templo para tu congregación? Si es así, ¿estuvo la congregación completamente unida o hubo desunión? Los constructores del templo del Antiguo Testamento fueron guiados por profetas de Dios, por lo que hubo evidencias palpables de la dirección divina. ¿De qué manera podemos discernir actualmente la dirección de Dios?
Lección de Escuela Sabática para Jóvenes.
4to. trimestre 2020 “LIBERACIÓN”
Lección 1: «TÚ Y LA EDIFICACIÓN DEL TEMPLO»
Colaboradores: Gisela B. Barbosa & Antonio Orellana