El Evangelio de Juan esboza una narración en dos partes que se encuentran separadas, aunque unidas por una palabra en particular: anthrakia. En griego, el término se refiere a un fuego basado en brasas. La misma palabra es la raíz de la infección bacteriana que causa cicatrices que se asemejan al carbón (ántrax). Anthrakia se encuentra solo dos veces en Juan, conectando las dos escenas donde aparece Pedro.
El primer pasaje se encuentra en Juan 18: 16-27, en el que Sim Pedro niega a Jesús tres veces. En la primera negación, Pedro se coloca frente a una antrakia, un fuego que había en un brasero. Como si fueran paralelos a la negación, Juan detalla que hacía frío (¡lo confirma el hecho de que él estaba allí!), asociando la temperatura del aire con la condición de su corazón. El versículo 18, además menciona que las personas que estaban alrededor del fuego «intentaban calentarse» y que «Pedro también estaba con ellos, calentándose junto al fuego». En aquel momento Pedro debí haber presentado su testimonio en favor de Jesús, pero en lugar de eso se mantuvo alejado. Casi se puede imaginar a Pedro contemplando el fuego y las brasas mientras el caos invadía su mente.
Un fuego de brasas se menciona una segunda vez en Juan 21: 3-19. Pedro fue un discípulo llamado directamente por Jesús seg se afirma al inicio del Evangelio de Juan. Pero después de los incidentes relacionados con la pasión, Pedro abandona su llamamiento, o quizá desea un respiro temporal mientras intenta dedicarse de nuevo a la pesca (Juan 21: 3). Debido a que era el líder del grupo, los discípulos que eran antiguos pescadores lo siguen, volviendo a la ica profesión que conocían. Juan nos dice que a pesar de que habían pasado toda la noche ocupados en la pesca, no habían conseguido ni un solo pez. En todo caso, ellos, que habían sido buenos pescadores, también en esto fracasaban.
En el reencuentro junto al lago, en lugar de reprender a Pedro por su negación, Jesús vuelve a recordar delicadamente las condiciones de su primer llamamiento. En lugar de un saludo directo, Jesús ofrece consejos a los pescadores, lo que finalmente da como resultado la captura de 153 peces grandes (Juan 21: 11). El Señor de los peces, de la pesca, de los pescadores, de los pescadores de hombres y de toda la creación, se reencuentra con los discípulos (en el caso de Pedro, de una manera bastante conmovedora). Al llegar a la orilla, los discípulos encuentran pan y pescado, recordando el milagro de la alimentación de los cinco mil mediante cinco panes y dos peces, así como la alimentación de los cuatro mil utilizando siete panes y algunos peces.
Con pocas palabras, el Jesús resucitado dejó ver que sin él no podrían «pescar» peces ni almas, a pesar de toda la experiencia de ellos. Concediéndoles otra oportunidad de discipulado, Cristo aparta a Pedro y le repite una pregunta tres veces, una por cada negación. Pedro se había «equivocado» y se sentía avergonzado, pero Cristo tiernamente le ofrece la tarea de pastorear a su pueblo. Por cada negación, Jesús le hace una pregunta para sanar la herida así como para inspirar a Pedro a que ministre a su rebaño: nutriendo a los jóvenes, guiando y alimentando a los mayores (ver Juan 21: 15-19). Cristo concluye con la evocadora expresión: «Sígueme».
Al igual que Jesús, la iglesia está compuesta por los «pedros» que están desanimados, que sienten vergüenza espiritual y que tienen un pasado lleno de dolor. La iglesia como cuerpo de Cristo está llena de discípulos «débiles». Sin embargo, es capaz de vencer a pesar de esas experiencias de anthrakia. Es a través del tiempo pasado con Jesús, que los pedros que a menudo no pueden hacer nada bien pueden tener éxito nuevamente ¡atrapando 153 peces! Si Cristo puede hacer milagros con peces y con Pedro,
¡cuánto más con nosotros, la iglesia y las almas encaminadas al reino!
En qué sentido necesitas que Jesús establezca una experiencia del tipo anthrakia en tu vida?
¿Qué te está motivando Jesús a que hagas en la relación de discipulado que tienes con él?
¿Qué te está diciendo Jesús por medio de estos versículos?
¿En qué sentido puedes ver a Jesús en forma diferente, o identificar algún rasgo nuevo de él, basándote en los versículos anteriores?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 3er trimestre 2020 “Las Bases Del Discipulado” Lección 11: «PESCADORES DE HOMBRES« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo