María dijo: Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Lucas 1:38
—Un día, mientras se encontraba en su casa, una jovencita llamada María vio de repente una luz —inició la mamá el culto—. Había entrado un visitante que le dijo que no tuviera miedo, pues ella era una mujer muy favorecida por el cielo. La joven pensó que era un saludo muy especial, pero no entendía por qué la había saludado así; entonces el ángel le dijo que ella iba a tener un hijo que se llamaría Jesús; sería grande y sería llamado Hijo del Altísimo. Asombrada, María respondió que aceptaba la voluntad del Señor y que se hiciera como él mandaba. El ángel le dijo también que Zacarías y Elisabet estaban esperando un hijo. María creyó lo que el ángel le dijo, y lo más pronto que pudo fue a casa de Zacarías y Elisabet, que eran parientes suyos. Cuando llegó a la casa de Elisabet, está la reconoció como la futura madre del Salvador y le dijo que era bendita entre todas las mujeres. Realmente era bendita, porque había creído el mensaje que le había dado el ángel.
—Que un ángel le hablara fue sorprendente —comentó Mateo.
—Fue un privilegio para ella ser la madre de Jesús —añadió Susana. —Sí, un ángel fue enviado por Dios para avisar a María de su gran misión: ser la madre del Mesías; una gran responsabilidad. Debía cuidarlo, educarlo y prepararlo para su ministerio. María sería un instrumento en las manos de Dios, guiada por el Espíritu Santo, para dirigir los pasos del niño Jesús. Qué importante es que cada persona acepte su misión en este mundo con la misma fe que María —terminó la mamá.
Tu oración: Querido Dios, ayúdame a aceptar tu voluntad en mi vida como lo hizo María, la madre de Jesús.
¿Sabías que …..?
Juan el Bautista y Jesús eran primos, pero no se conocieron hasta el día del bautismo de Jesús
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2020.
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Por: Noemí Gil Gálvez Colaboradores: Carlita Mariscal & Adriana Jiménez.