Lección Menores 2020 Para el: 26 septiembre
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!” (Salmo 139:14).
¿Alguna vez has sentido como que la mente se te ha quedado en blanco? Eso sucede algunas veces cuando eres avergonzado, te has enojado, o tienes miedo. ¿Porqué piensas que es así? Esta semana trataremos de descubrirlo. (Textos clave y referencias: Génesis 1:26, 27; 2:7, 18; Salmo 139:1-18; Palabras de vida del gran Maestro, pp. 274-277, 288-290; El ministerio de curación, cap. 18, pp. 159-171.) Sheila irrumpió en el salón de clases y dejó sus cosas en el estante debajo de su asiento. Cuando sonó la campana, se dejó caer en su silla, sin aliento. Los estudiantes habían tirado sus libros y papeles al entrar en forma desordenada a la clase y los habían pisoteado. Nadie había tratado de ayudarla. —Sheila —dijo la señ ora Robin, maestra de Inglés del séptimo grado—, por favor escribe la oración en el pizarrón. Sheila creyó que todos podían oír su corazón palpitando mientras caminaba lentamente hacia el pizarrón. Su mano temblaba mientras levantaba la tiza. Entonces su mano se negó a moverse. La mente se le quedó en blanco. —Estamos esperando, Sheila —le recordó la señora Robin. Luego dijo: —No importa. Siéntate. Le preguntaré a otro. Sheila sintió como si fuera a desmayarse. La cara le ardía. No podía respirar. No podía oír nada. Los ojos se le nublaron a causa de las lágrimas que rehusaban brotar. Tambaleante regresó a su escritorio y ofuscada se dejó caer en su asiento apretando todavía la tiza. Había perdido todo, y había fallado en la prueba. Como una televisión, equipo de sonido o computadora, los humanos son “trasmisores de señales” y sonido. Pero a diferencia de estos inventos electrónicos, nosotros también somos trasmisores de emociones. Nuestras emociones están interconectadas con nuestros cerebros. Cuando nos emocionamos o enojamos por algo, el cerebro dice, tengo que recordar esto. Piensa en tus clases favoritas. ¿Cómo te sientes con ellas? ¿Cómo te va con las que te desagradan? ¿Sabes por qué? ¿Cómo son tus calificaciones en cada una? ¿Estás aprendiendo, te gusta la clase y aprenderás bien el tema? Si no es así, no podrás recordar nada excepto los malos sentimientos. Fuimos creados para ser seres sociables. Fuimos diseñados para comunicarnos en forma positiva. Es por eso que los bebés que juegan con sus padres, que los protegen y les hablan, crecen y aprenden rápidamente. Aquellos que son descuidados o abusados con frecuencia, no lo hacen. Si estudias con un grupo en el cual compartes ideas y proyectos, probablemente recordarás más que si estudias solo. El cerebro y el cuerpo son uno. Lo que le pasa a uno lo siente el otro. Piensa en las ocasiones cuando te ha ido mal en un examen, o en un momento en que olvidaste todo lo que habías escuchado. Hazte algunas preguntas: ¿He tomado suficiente (o nada) agua? ¿He ingerido alimentos saludables? ¿Hice ejercicio? ¿Me acosté temprano? Contesta sí a todas estas preguntas y verás si hay algún motivo para tus problemas. El cerebro utiliza el cuerpo para ayudarle a recordar cualquier cosa. Piensa en el aprendizaje de alguna experiencia reciente. ¿Qué hiciste? ¿Cómo te sentiste? ¿Qué aprendiste? ¿Puedes explicarlo a otro? ¿Por qué piensas que es así? Dios nos diseñó para que cuanto mayor sea la información que recibe nuestro cerebro más entendamos y recordemos. En Génesis 1:26, 27 y 2:7 leemos: “Y dijo Dios, ‘Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza […] Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, […]. Y Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente”. ¿Qué significa ser creado a la imagen de Dios? Significa tener una mente que piensa, cree, aprende y ama. Significa que tenemos “la capacidad de comunicación” para hacer todas estas cosas al relacionarnos con Dios y con otros. Por ejemplo, nota lo que Dios dice en Génesis 1. “Hagamos al hombre a nuestra imagen a nuestra semejanza”(cursivas añadidas). El pronombre nosotros (en “hagamos” y “nuestra”) se está refiriendo a lo que llamamos la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Las tres personas en una. Y aun cuando trabajan como una unidad, también desempeñan roles específicos. Es como una fábrica de zapatos. Cada empleado hace un trabajo específico: uno hace las suelas de los zapatos, otro hace las partes de arriba, otro las une, otro vende los zapatos a las zapaterías, pero todos son necesarios para llevar adelante la fábrica. Y todos tienen un propósito: trabajar unidos para vender zapatos. Sin los empleados, la fábrica no existiría. De la misma manera, la Divinidad trabaja unida para guiarnos en la vida, el trabajo y el estudio, con la familia, con los amigos y en nuestra relación con otros. ¿Por qué piensas que Dios dijo (en Génesis 2:18) que no es bueno que la gente esté sola? Porque estar solo es ser diferente a Dios. Él nos creó para vivir y aprender juntos.
MENSAJE
Dios nos creó para el compañerismo con él y con otros.
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Lección de Escuela Sabática para MENORES.
3rd. trimestre 2020
Lección 13: «COMUNIÓN ENTRE HERMANOS»
Colaboradores: Melany Valero & Emmanuel Tapia
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