Algunos serán encarcelados porque se negarán a profanar el día de reposo del Señor.—The Paulson Collection, 118 (1907).
Cuando los defensores de la verdad se nieguen a honrar el domingo, unos serán echados en la cárcel, otros serán desterrados y otros aún tratados como esclavos. Ante la razón humana todo esto parece ahora imposible; pero a medida que el espíritu refrenador de Dios se retire de los hombres y estos sean dominados por Satanás, que aborrece los principios divinos, se verán cosas muy extrañas. Muy cruel puede ser el corazón humano cuando no está animado del temor y del amor de Dios.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 666 (1911).
Si somos llamados a sufrir por Cristo, seremos capaces de ir a la prisión confiando en él como un niñito confía en sus padres. Ahora es el momento de cultivar la fe en Dios.—Nuestra Elavada Vocacion, 359 (1892).