Lee Elena de White, El camino a Cristo, “Cómo conocer a Dios”, pp. 72-78; Obreros evangélicos, “Estudios bíblicos con las familias”, pp. 199-201; y El evangelismo, “Técnicas de la obra bíblica”, pp. 483-488. Dios está trabajando en los corazones que nos rodean. Si tenemos el discernimiento espiritual para ver dónde Dios ya está trabajando, observaremos regularmente oportunidades para compartir su Palabra con otros. Mientras Dios prepara el terreno del corazón, tenemos la oportunidad de sembrar la semilla del evangelio. El Espíritu Santo preparó los corazones de Nicodemo, la mujer junto al pozo, la mujer con el problema de flujo de sangre, el ladrón en la cruz, el centurión romano, y muchos otros, para recibir su palabra antes de que Jesús los encontrara. A través de las circunstancias de su vida y las impresiones del Espíritu Santo, estaban preparados para recibir el mensaje de Cristo. Es posible que tengamos dudas naturales sobre preguntarle a la gente si podemos orar con ella, compartir una promesa bíblica o darle una pieza de literatura. La mayoría de las veces, cuando nos sentimos impresionados a compartir nuestra fe con alguien más, es porque el Espíritu Santo, que nos impulsa, ya ha impresionado a esa persona para que reciba nuestro testimonio.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Si alguien viniera a ti sintiéndose terriblemente culpable por algo y necesitara el perdón de Dios, ¿qué consejo le darías y qué textos bíblicos compartirías? ¿Cuál ha sido tu propia experiencia con la culpa y el poder del perdón de Dios en tu propia vida?
2. A veces Dios trae personas a nuestra vida porque anhela que conozcan su verdad. ¿Cómo podemos ser sensibles a la dirección de Dios?
3. Reflexiona más sobre el poder de Dios y la Palabra de Dios como se revela en la historia de la Creación y en la Creación misma. Apenas podemos comprender el concepto del Universo mismo porque es muy grande y muy vasto. Y pensar que el Dios que lo creó debe ser aún mayor que lo que él creó. ¿De qué manera podemos obtener consuelo al saber que el Dios al que servimos es tan poderoso? Y no solo es poderoso, sino también nos ama. ¿Qué gran esperanza podemos extraer de saber estas cosas acerca de Dios? Y ¿cómo puede este conocimiento ayudarnos a ser mejores testigos para otros acerca de él?
Lección de Escuela Sabática Para Adultos 2020. 3er. trimestre 2020 “HACER AMIGOS PARA DIOS” Lección 7 «COMPARTIR LA PALABRA« Colaboradores: Eunice Castañón & Guadalupe Cortez