«Esta es la herencia que Dios tiene reservada para los malvados […] la tempestad los arrebata por la noche. El viento del este se los lleva, y desaparecen; los arranca del lugar donde viven» (Job 27:13-21).
Lo bueno de Matt Suter es que recibió un aventón de un tornado. En 2006 Matt, su tío y su abuela estaban en una casa rodante viendo la televisión.
El pronóstico del tiempo parecía estar hablándoles directamente a ellos. «Tenemos una advertencia de tornado en Fordland, Missouri», decía. «Si estás en una casa rodante, ¡deberías buscar refugio ahora!» Sin embargo, ninguno de los tres se movió.
«El ruido era cada vez más fuerte, como si diez aviones de combate nos estuvieran sobrevolando», recuerda Matt. «Las puertas de adelante y de atrás, que estaban cerradas con llave, se desprendieron y salieron volando. Miré a mi abuela, que estaba en la cocina, y las paredes se movían, el techo se movía, el suelo se movía como gelatina»
El tornado partió en dos la casa rodante y levantó al muchacho de diecinueve años por el aire en medio de la noche. Lo arrojó por sobre una cerca de alambre de púas y lo dejó caer sobre un campo abierto. Voló 398 metros: la distancia de unas cuatro canchas de fútbol. Afortunadamente, a Matt no se le quebró ningún hueso. Su abuela y su tío también sobrevivieron.
Matt actualmente tiene el récord de ser el sobreviviente que más lejos fue arrastrado por un tornado. El récord anterior lo tenían una niña de nueve años y su poni: fueron llevados por el aire 304 metros hasta que el tornado los dejó caer ilesos.
Un versículo de la Biblia se asemeja mucho a la experiencia de Matt. Cuando Job habla sobre el destino de los malvados, dice: «El viento del este se los lleva, y desaparecen; los arranca del lugar donde viven».
A menudo, los malos terminan siendo arrastrados por los problemas. Mantén tu distancia si no quieres ser destruido con ellos. Como dijo Matt: «Siempre le había dicho a mi novia que quería ver un tornado. Pero, definitivamente, no quería estar dentro de uno». Kim