En la primavera de 1880, la dirigente adventista Elena G. de White, dirigiéndose al liderazgo de la Iglesia, dijo que se necesitaba más enseñanza y menos predicación. Esto tuvo un impacto en otro dirigente llamado Stephen Haskell. Después de orar y analizar el desafío, Haskell convocó una reunión donde se formularon preguntas a destacados administradores del momento, procurando que las respuestas surgieran directamente de la Biblia.
Durante aquel ejercicio comenzó a llover tan fuerte que nadie pudo salir de la reunión, que se estaba celebrando bajo una carpa. Haskell alargó las lecturas de la Biblia durante dos horas sin que disminuyera el interés de los presentes. Todos estaban muy entusiasmados con la efectividad del método, por lo que pidieron que se repitiera. Fue llamado «prédicas junto al fuego», y luego se transformó en «lecturas bíblicas», lo que hoy conocemos como «estudios bíblicos».
El empleo del método de estudios bíblicos se extendió por toda América del Norte, hasta que finalmente, en 1833, Haskell y su primera esposa, Mary, fundaron la primera Sociedad de Tratados Misioneros, precursora del Departamento de Ministerios Personales de la Asociación General. Este ministerio se ocupó de promover los ministerios personales de la iglesia, así como de enseñar a los miembros el uso de lecturas de textos de la Biblia. Estas lecturas fueron luego compiladas en una revista llamada Bible Reading, Gazette, que más tarde evolucionó tomando forma de libro: Bible Readings for the Home Circle. Haskell más adelante redactó un manual titulado Bible Handbook, que se utilizó para entrenar a otros creyentes para emplear este método.
Elena G. de White escribió:
«El plan de celebrar estudios bíblicos es una idea de origen celestial. Muchos son los hombres y mujeres que pueden dedicarse a este ramo del trabajo misionero. Pueden desarrollarse así obreros que serán poderosos para Dios. Por este medio la Palabra de Dios ha sido dada a millares; y los obreros se han puesto en contacto personal con personas de todas las naciones y lenguas. La Biblia penetra en las familias, y sus verdades sagradas penetran en la conciencia. Se ruega a los hombres que lean, examinen y juzguen por sí mismos, y deben llevar la responsabilidad de recibir o rechazar la ilustración divina. Dios no permitirá que esta preciosa obra hecha para él quede sin recompensa. Coronará de éxito todo humilde esfuerzo hecho en su nombre» (Obreros evangélicos, cap. 6, p. 200).
Copia de tu versión favorita de la Biblia Juan 15: 1-8.
O si lo prefieres, puedes parafrasear el pasaje bíblico utilizando tus propias palabras, resumirlo o hacer un bosquejo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 3er trimestre 2020 “Las Bases Del Discipulado” Lección 8: «EL PROCESO DEL DISCIPULADO: EL CULTIVO« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo