El pulpo es un animal marino que tiene ocho brazos (tentáculos). Cuando se siente amenazado, rápidamente levanta los tentáculos y dispara una especie de tinta negra para poder huir.
También puede cambiar su color y confundirse con el entorno que lo rodea, para desorientar a sus enemigos.
Hay algunos niños que, así como el pulpo, cambian de actitud según el ambiente en el que estén e imitan a sus compañeros para no parecer diferentes a ellos: Ven las películas que no son para su edad, dicen palabrotas, gritan… Eso no está bien. Los niños que aman a Jesús, deben intentar ser como Jesús.
¿Y yo?
Dios te hizo diferente y especial. No necesitas imitar a nadie.
Mi oración para hoy
Jesús, muchas gracias porque no hay nadie que sea igual a mí.
En la Biblia leemos:
«Anuncien las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa» (1 Pedro 2: 9).