Al verlo los marineros sintieron una profunda reverencia por el Señor, y le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas. Jonás 1:16
El libro de Jonás inicia cuando Dios le da la orden al profeta de ir a Nínive-empezó la mamá la historia-. ¿Sabían que Nínive se menciona en el capítulo 10 del libro de Génesis? Era una ciudad muy antigua, tenía una situación geográfica muy buena ya que por allí cruzaban rutas comerciales. Se dice que era una ciudad tan grande que recorrerla llevaba tres días caminando. ¡Pobre Jonás! Dios le dio una misión, pero a él no le gustó nada. Dios le dijo que debía ir a Nínive para anunciarles que sería destruida a causa de su maldad. A Jonás le pareció una misión imposible y pensó que podía esconderse de Dios. En lugar de empezar el viaje rumbo a Nínive, se fue en el sentido contrario, rumbo a Tarsis. Creyó que podía esconderse de Dios. Compró el boleto para viajar en el barco más próximo tratando de irse lo más pronto posible; se subió a él, y cuando el barco empezó a navegar, él ya se había quedado dormido. Dios sabía bien dónde estaba Jonás, y no lo iba a dejar ir sin cumplir su misión. Así que el mar se agitó tan fuerte que el pobre barco parecía que iba a naufragar. Los marineros, que tenían experiencia en tempestades, se asustaron, nunca antes habían vivido nada igual. Cuando tenemos miedo, ¿a quién acudimos?
-A Dios y nos ponemos a orar -respondió Susana.
-Eso fue lo que hicieron los marineros, pero se pusieron a orar a sus dioses, mientras el del problema seguía dormido. El capitán del barco lo encontró y le pidió que orara a su Dios. Dios nos escucha siempre y cuando le obedezcamos y no tratemos de huir de lo que él nos pide -concluyó la mamá.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2020.
“Descubre el Mejor Libro del Mundo”
Por: Noemí Gil Gálvez Colaboradores: Carlita Mariscal & Adriana Jiménez.