«Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos» (2 Cor. 9:11).
Probablemente sea el episodio más famoso de los programas de entrevistas de la historia televisiva de los Estados Unidos; y comenzó con un truco. Oprah Winfrey invitó a once miembros del público a pasar al frente y los presentó como maestros que necesitaban un medio de transporte. Mientras entraba al set un Pontiac nuevo y se detenía frente a los maestros, Oprah anunció que uno de ellos se llevaría un auto de regalo. Los maestros, así como el resto del público, enloquecieron.
Entonces, Oprah anunció: «Necesito hacer una aclaración… Me queda un solo auto». Pasaron modelos llevando bandejas con cajitas blancas envueltas con moños rojos y le entregaron una a cada persona. Supuestamente, solo una de las cajas contenía las llaves para el afortunado ganador. «No la abran. No la sacudan», ordenó Oprah. Finalmente, cuando el suspenso había llegado al máximo, todos abrieron su caja. Todas tenían una llave.
¡Histeria total! Los miembros de la audiencia gritaban, lloraban y saltaban en sus asientos. Algunos maestros se veían tan aturdidos que Oprah temía que no comprendieran lo que había sucedido. «Tú te llevas un auto», dijo señalando a uno. «Tú te llevas un auto. ¡Todos se llevan un auto!» Apenas se podía oír su voz sobre los gritos del público.
Molly Vielweber todavía tiene su Pontiac 06. «Ha sido un gran auto», le contó Molly a Autoblog. En la voz todavía se le sentía un dejo de esa efervescencia de hacía una década atrás. «Probablemente el único auto nuevo que haya tenido en mi vida». Para Molly y su familia, la bondad de Oprah para con la gente que necesitaba un auto todavía sigue vigente.
Oprah tenía un don para dar sorpresas de generosidad. Regalaba becas Y computadoras portátiles. En una ocasión, le pagó el viaje a Australia a toda la audiencia del estudio para que disfrutaran una semana de vacaciones. Otros programas de televisión comenzaron a copiar su fórmula. Ofrecían mejoras para el hogar, o vehículos nuevos para familias necesitadas. Aparentementelos actos de bondad hacen buena televisión.
Aunque no puedas regalar un automóvil, hoy quizá puedas encontrar una forma de practicar la bondad al azar y actos inconscientes de belleza. Kim