Ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado. Yo soy su Dios. Yo, el Señor lo afirmo. Ezequiel 34:31
—Dios llamó a algunos profetas durante el tiempo en que su pueblo estuvo en cautiverio —inició el relato la mamá—. Lo hizo para animar a sus hijos a que se volvieran a él y lo buscaran. Uno de esos profetas a los que llamó fue Ezequiel, el autor de este libro que lleva su nombre. Ezequiel fue llevado cautivo con el primer grupo de deportados, y Dios lo llamó para confirmar los mensajes de Jeremías y, de esa manera, contrarrestar los mensajes falsos que afirmaban que pronto volverían a Jerusalén porque no sería destruida. El libro habla de la pronta destrucción de Jerusalén y también menciona que Dios juzgaría a las naciones que hubieran oprimido a su pueblo, e incluye mensajes de consuelo para su pueblo. Al profeta se le dijo que debía dar sus mensajes con símbolos para que de esa manera los entendieran mejor. En la primera visión vio de forma majestuosa la gloria de Dios, y se postró en adoración. En una visión que se le mostró después, pudo ver a setenta ancianos de Israel en el templo, pero adorando a otros dioses; quedó asombrado al ver lo que estaban haciendo los dirigentes. Otra visión que se menciona en el libro es la de los huesos secos que cobran vida; con este tipo de mensaje trataba de enseñar al pueblo que el poder de Dios podía restablecerlos si le obedecían. Para Dios no hay nada imposible, por eso muy pronto vendrá, para que seamos su pueblo y estemos para siempre con él —terminó la mamá.
Tu oración: Querido Dios, ayúdame a creer en los mensajes que has enviado a tu pueblo a través de los profetas.
¿Sabias que ……?
El profeta Ezequiel inició sus profecías en el año quinto de su destierro
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2020.
“Descubre el Mejor Libro del Mundo”
Por: Noemí Gil Gálvez Colaboradores: Carlita Mariscal & Adriana Jiménez.