«El hombre es feliz cuando sabe responder; ¡y qué buena es una respuesta oportuna!» (Proverbios 15:23).
El dinero, el poder y la fama no bastan para satisfacer la vida de un ser humano. Todo eso tiene un precio que pocos están dispuestos a pagar. Naamán era un hombre exitoso e influyente en su país. Aparentemente, lo tenía todo; sin embargo, estaba enfermo. Su casa estaba rodeada de lujos, servidumbre y manjares, pero se percibía un ambiente gélido, sombrío y apagado. Faltaba la alegría, la paz y el gozo que existía en el corazón de una joven esclava hebrea, quien, paradójicamente, tenía todas las condiciones para asumir una actitud de amargura, resentimiento y frustración.
La muchacha hebrea tuvo compasión de aquella familia. Así que un día se atrevió a comentar las buenas nuevas a su ama: el problema de su esposo tenía solución (2 Reyes 5:2-3). ¡La esposa de Naamán no lo podía creer! A partir de ese día se dedicó a convencer a su marido para que fuera a Israel a buscar sanidad. Pero, ¿cómo un oficial del ejército sirio se iba a fiar de las palabras de una pequeña cautiva? Finalmente, el poderoso militar aceptó visitar a un profeta israelita para sanar de su enfermedad. Así, después de recibir varias indicaciones de Eliseo, Naamán se dirigió al río Jordán para zambullirse siete veces, sanando milagrosamente del mal que lo aquejaba. ¡No lo podía creer! Ahora su vida era otra. Por fin podría disfrutar sus logros al lado de su familia. Pero nada de esto habría pasado si aquella esclava hebrea hubiera decidido guardar silencio y ser indiferente al sufrimiento de sus amos.
La esperanza cristiana es más valiosa que cualquier tesoro de este mundo. El evangelio puede satisfacer todas las necesidades del corazón humano, sin importar las condiciones adversas que estemos enfrentando. Y aunque estemos pasando momentos muy complejos, siempre habrá una oportunidad de transformar la vida de otros que no han experimentado el poder de la Palabra de Dios. Tampoco importa la edad. Aun un niño o un joven puede cambiar la vida de una familia que enfrenta circunstancias difíciles.
¿Te das cuenta? Tienes un mensaje que puede cambiar la vida de los demás. No seas egoísta. Comparte hoy lo que sabes. Diles que hay salvación en Jesús. No menosprecies tus palabras. Este día tu testimonio puede marcar la diferencia en la vida de alguna persona.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2020 «Una Nueva Versión de Ti» Por: Alejandro Medina Villarreal Colaboradores: Israel Esparza & Ulice Rodriguez