El pasaje bíblico clave para todo este trimestre es el que presenta la Gran Comisión y se encuentra en Mateo 28: 18-20. Ya hemos considerado a grandes rasgos la actividad de hacer discípulos en las dos semanas anteriores, pero antes de emplear la expresión «háganlos mis discípulos», Jesús dice: «Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra» (v. 18). La palabra para autoridad en griego es exousia, que denota
poder para actuar,
jurisdicción,
libertad,
derecho y
A través de los cuatro Evangelios, Jesús usó esta exousia para expulsar demonios (ver Mat. 10: 1; Mar. 3: 15), para sanar a los enfermos (ver Mat. 9: 8; Luc. 5: 24) y para enseñar (ver Mat. 7: 29; Mar. 1: 27). Esa misma autoridad fue la que sus enemigos cuestionaron (ver Mat. 21: 23-27; Mar. 11: 28-33, Luc. 20: 1-8).
Esa exousia es también el mismo poder que Cristo concede a los seres huma nos para que se conviertan en hijos de Dios. En otras palabras, nosotros podemos hacer discípulos porque Jesús fue autorizado a emplear su poder para ayudarnos.
El poder del discipulado no proviene de programas, o incluso de personas consagradas o de mentores; proviene de Cristo, que continúa expulsando el mal de nuestras vidas, sanando nuestras enfermedades y enseñándonos a vivir como él vivió.
Aunque los creyentes están llamados a hacer discípulos, el poder del discipulado proviene de Dios. En las próximas tres semanas, consideraremos tres manifestaciones del poder de Dios en el discipulado: la oración, el estudio de la Biblia y el testimonio de Cristo.
Copia de tu versión preferida de Biblia Lucas 11: 1-13.
Para abreviar puedes copiar únicamente los versículos del 1 al 4.
O si lo prefieres, puedes parafrasear el pasaje bíblico utilizando tus propias palabras, resumirlo o hacer un bosquejo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 3er trimestre 2020 “Las Bases Del Discipulado” Lección : «EL PODER DEL DISCIPULADO: LA ORACIÓN« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo