Cuando una persona afirma seguir a Jesús, podemos sacar varias conclusiones sobre qué es el discipulado en función de cómo vive y se expresa esa persona. Así, por ejemplo:
Para algunos, seguir a Jesús significa ser una buena persona, alguien que sonríe y es amable.
Para otros, significa que literalmente debes vender todo lo que tienes y convertirte en un nómada inclinado a lo espiritual.
Hay quien modela un discipulado basado en ser un activista que se opone a las injusticias sociales.
Para otros el discipulado es como ejercicio académico basado en leer y memorizar libros religiosos.
Según la Escritura, seguir a Jesús incluye varios elementos. Filipenses 3 enumera algunos de ellos.
Primero, el pasaje enfatiza el crecimiento: «No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante» (v. 12). Crecer en el carácter de Cristo es un proceso continuo en el que el discípulo va creciendo en función de su comprensión del amor de Dios.
Segundo, el discipulado implica «olvidarme de lo que queda atrás» (v. 13). Existe un nivel de abnegación y de abandono de conductas, valores, identidades y relaciones pasadas.
Tercero, «esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús» (vv. 13-14). Aceptar y seguir a Cristo debe ser el lema, la declaración de misión personal y el esfuerzo que abarca toda la vida del discípulo.
Por último, Pablo dice: «Hermanos, sigan mi ejemplo y fíjense también en los que viven según el ejemplo que nosotros les hemos dado a ustedes» (v. 17). El discipulado implica ganar a otros para Cristo e involucrarlos en el proceso de discipular.
En resumen, los discípulos son seres que crecen, personas amorosas, abnegadas y ganadoras de almas. El discipulado no es un pacto privado que existe entre el individuo y Dios. Se vuelve infeccioso cuando los discípulos ayudan a nuevos discípulos a crecer, a negarse a sí mismos, a aceptar y seguir a Cristo, y a repetir el llamado a otros discípulos. Cuando Cristo manifestó la Gran Comisión respecto a hacer discípulos de toda nación, incluyó la enseñanza de imitar el modelo de estos elementos que son parte de la vida de Cristo.
Aunque una vida como la de Cristo comienza con una práctica de comunión con Dios, dependencia de la Palabra y dando testimonio de la verdad a través del amor a la humanidad, también incluye otros elementos como el bautismo, la observancia del sábado, la reverencia, la mayordomía, el cuidado de la salud, la modestia, el buen criterio de entretenimiento, la fidelidad en el matrimonio… Sin embargo, el discipulado no se limita a esas cosas únicamente; el discipulado influye en todos los aspectos de nuestras vidas, ¡Ese es el gran objetivo del discipulado: que vivamos como Cristo en todo!
Después que hayas repasado Filipenses 3: 12-20.
¿Qué te parece lo que has marcado o subrayado?
¿Qué aspectos de nuestras vidas crees que debería impactar el discipulado cristiano?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2020. 3er trimestre 2020 “Las Bases Del Discipulado” Lección 2: «EL OBJETIVO DEL DISCIPULADO« Colaboradores: Hidai Juarez S & Misael Morillo