«La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser. Lo mismo les pasa a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán, y nadie les va a quitar esa alegría. En aquel día ya no me preguntarán nada. Ciertamente les aseguro que mi Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa». Juan 16: 21-24, NVI
SE ME PRESENTÓ EL ASUNTO como el caso de los niños que piden una bendición a sus padres terrenales que los aman. Piden algo que el padre o la madre saben que les ha de perjudicar; y entonces les dan algo que serán beneficiosas para ellos, en vez de aquello que deseaban. Vi que toda oración elevada con fe por un corazón sincero, será oída y contestada por Dios, y que el suplicante obtendrá la bendición cuando más la necesite, y a menudo está excederá sus expectativas. No se pierde una sola oración de un verdadero santo, si es elevada con fe por un corazón sincero.— Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 117.
«Velar, orar, obrar» ha de ser la consigna del cristiano. La vida de un verdadero cristiano es una vida de oración constante. Él sabe que la luz y fortaleza de un día no bastan para las pruebas y conflictos del siguiente. Satanás está de continuo variando sus tentaciones. Cada día nos veremos colocados en circunstancias diferentes y en situaciones imprevistas. Nos acecharán nuevos peligros, constantemente asaltados por tentaciones nuevas e inesperadas. Es únicamente por la fortaleza y gracia recibidas del cielo cómo podemos esperar vencer las tentaciones y cumplir con lo que nos corresponda. […]
Pidan, pues; pidan y recibirán. Pidan humildad, sabiduría, valor, aumento de fe. Cada oración sincera recibirá una contestación. […] Las oraciones que elevemos en la soledad, en el cansancio, en la prueba, Dios las Contestará, no siempre según lo que esperan, pero siempre para el bien de ustedes.— Obreros evangélicos, cap. 55, pp. 270-271.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «Para FAMILIARIZÁNDONOS CON LO ORDENADO POR DIOS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez