¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: «Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera?» Jeremías 31:29
Entre los hijos de Israel, en el tiempo de Ezequiel, circulaba este perverso refrán: «Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera
Dios vio necesario enviar el mensaje contenido en el capítulo 18 del libro escrito por el profeta para corregir esta visión equivocada de su justicia y de su juicio. La forma humana de ver las cosas adolece de muchos defectos.
Los periódicos anunciaron esta noticia generada en Nueva Delhi, India: «Multan a hombre por una falsa denuncia de su abuelo hace un siglo. Deberá pagar el equivalente de treinta centavos de dólar por la ofensa de su abuelo, Kally, quien acusó hace cien años a su suegro de mantener relaciones extramatrimoniales con una mujer en el pueblo de Kaili». El veredicto lo dio un consejo local (panchayat) de la región de Uttar, en el norte de la India. La agencia india IANS informó que hace cien años comenzó el juicio que analizaba el asunto. El abuelo murió de viejo, pero el juicio continuó durante cien años. Finalmente, después de una larga deliberación que duró cuarenta horas, la última de muchas que se celebraron durante cien años, el consejo local dio su veredicto. De acuerdo con esa justicia, el nieto tiene que pagar la multa, por una falta que no cometió. Y la multa de doce rupias (treinta centavos de dólar) que tuvo que pagar Naushad es menor de lo que habría tenido que pagar si el veredicto se hubiera dado un poco antes: sumergir la mano del condenado en una sartén con aceite hirviendo.
Este caso extremo solo nos ayuda a comprender un poco mejor la justicia divina: «El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él» (Eze. 18: 20). Es muy consolador saber que todos seremos juzgados por un Dios que es misericordioso y justo. No disminuirá la culpa de nadie, pues «de ningún modo tendrápor inocente al malvado» (Éxo. 34: 7). Sin embargo, juzgará toda causa justamente.
Porque sabemos que un juicio justo «no tendrá por inocente al culpable», debemosacercarnos ahora al trono de la gracia, para arreglar todas nuestras cuentas con Dios. El consejo de nuestro Señor se aplica aquí: » Ponte de acuerdo con tu adversario entre tanto que estás con él en el camino» (Mat. 5: 25).
Ajusta tus cuentas con Dios hoy. Es el momento más apropiado
Tomado de: Lecturas Devocionales Familiares 2020 «Siempre Gozosos: Experimentando el amor de Dios» Por: Juan O Perla Colaboradores: Augusto Palacios & Silvia Garcia