«Bellos lugares me han tocado en suerte; preciosa herencia me ha correspondido! Bendeciré al Senor, que me aconseja; aun de noche me reprende mi conciencia. Siempre tengo presente al Señor; con el a mi derecha, nada me hará caer. Por eso mi corazón se alegra, y se regocijan mis entrañas; todo mi ser se llena de confianza». Salmo 16: 6-9, NV1
NUESTROS CARACTERES se construyen con hábitos de integridad mediante las cosas pequeñas. […] Nada con lo cual tengamos algo que ver es realmente pequeño. Cada acción tiene su importancia, ya sea para bien o para mal. Somos probados y se forman nuestros caracteres únicamente al poner en práctica los buenos principios en las actividades cotidianas comunes. Se nos examina y somete a prueba en las diversas circunstancias de la vida, y de ese modo adquirimos fortaleza para resistir las pruebas mayores y de más trascendencia que somos llamados a superar, y se nos califica para grandes responsabilidades.
La mente debe ser fortalecida con la superación de las diarias vicisitudes, a fin de que formemos hábitos de fidelidad, y que adquiramos un sentido de lo que es correcto y del deber, por encima de nuestras inclinaciones y deseos. Las mentes así disciplinadas no vacilan entre el bien y el mal, cual junco que cede al viento; sino que cuando tienen que tomar decisiones, de inmediato disciernen que hay principios en juego, e instintivamente eligen lo correcto sin darle muchas vueltas al asunto. Son leales porque se han formado en hábitos de fidelidad y verdad. Al ser fieles en las cosas pequeñas, adquieren fortaleza, y eso les facilita ser fieles en cuestiones mayores.— Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 29.
Si nuestras vidas rebosan de divina fragancia, si honramos a Dios albergando pensamientos positivos en cuanto a los demás, y hacemos todo lo posible para beneficiar a otros, no tendrá importancia que vivamos en una choza o en un palacio, y las circunstancias extremas no nos afectaran interiormente.— Ibid. , t. 5, p. 461. Un gran nombre entre los hombres es como letras trazadas en la arena; pero un carácter sin mancha perdurara para toda la eternidad.— Ibid. , p. 546.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «Para Familiarizarnos con las acciones de Dios» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez