«Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos, himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o, de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él». Colosenses 3: 14-17
NUESTRA FE EN JESÚS aumentará a medida que nos vayamos familiarizando con el Redentor al meditar en su vida inmaculada y en su infinito amor. Nada puede deshonrar más a Dios que llamamos discípulos suyos mientras nos mantenemos distanciados de él, y no somos alimentados y nutridos por su Santo Espíritu.
Cuando crezcamos en la gracia, tendremos el deseo de asistir a las reuniones de la iglesia, y gustosamente daremos testimonio del amor de Cristo delante de la congregación. El Señor, por su gracia, puede hacer prudente al joven, y dar a los niños conocimiento y experiencia. Todos podemos crecer diariamente en la gracia. No deberíamos evaluar nuestra fe por los sentimientos.
Examinemos a fondo nuestro propio corazón y el estado de nuestros afectos hacia Dios. Preguntémonos: ¿He dedicado los mejores momentos del día a tratar de complacerme, de entretenerme, o he hecho felices a otros? ¿He ayudado a los que tienen relación conmigo a rendir una mayor devoción a Dios y a apreciar lo de valor eterno? ¿He llevado conmigo la religión a mi hogar, revelando la gracia de Cristo por medio de mis palabras y mi conducta? ¿He honrado con mi respetuosa obediencia a mis padres, guardando así el quinto mandamiento? ¿He emprendido alegremente los pequeños deberes diarios, cumpliéndolos con fidelidad, haciendo lo que podía para aligerar las cargas de otros? ¿He guardado mis labios del mal y mi lengua de hablar engaño? ¿He honrado a Cristo mi Redentor, quien dio su preciosa vida para que la vida eterna estuviera a mi alcance?— Mensajes para los jóvenes, secc. 4, pp. 84-85.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «Para Familiarizarnos con las acciones de Dios» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez