El faraón de Egipto soñó con siete vacas gordas, que después eran devoradas por siete vacas flacas.
Soñó también que siete espigas grandes y bonitas eran tragadas por siete espigas feas y secas. Ningún sabio logró interpretar el sueño. por eso, llamaron a José, que les explicó que las siete vacas gordas y las espigas grandes significaban siete años de abundancia, y las flacas y feas eran siete años de hambre.
Entonces, era necesario buscar a alguien que almacenara alimentos durante los años de abundancia. El faraón escogió a José para que hiciera este trabajo, porque consideró que tenía el Espíritu de Dios.
¿Y yo?
¿Será que los demás también piensan que tú tienes el Espíritu de Dios?
Mi oración para hoy
Querido Dios, yo quiero ser como José.
En la Biblia leemos:
«Así que el Faraón les dijo: «¿Podremos encontrar otro hombre como este, que tenga el espíritu de Dios?»» (Génesis 41: 38)