José y María volvían de Jerusalén convencidos de que Jesús iba con ellos. De pronto, se dieron cuenta de que no aparecía por ninguna parte, así que regresaron a la Ciudad. Encontraron a su hijo hablando con las personas importantes del templo: los maestros de Israel. Ellos estaban admirados porque Jesús era muy inteligente y sabía muchas cosas.
¿Y yo?
¿A ti te gusta contarles historias de la Biblia a las personas que no la conocen?
Mi oración para hoy
Querido Jesús, dame valor para hablarte de ti a la gente que no te conoce.
En la Biblia leemos:
«Al Cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas» (Lucas 2: 46).