Wolfgang Amadeus Mozart era todavía un niño pequeño cuando ya tocaba el piano delante del rey, la reina, las princesas y las personas importantes de su país.
Un día, al final de un concierto, Mozart se cayó y todas las personas se rieron de él.
Todas, menos una: su amiga, la princesa María Antonieta, que al instante se apresuró para ayudarlo a levantarse.
Mozart se convirtió en un gran compositor. Pero nunca se olvidó del día en que hubo alguien que no se burló de él cuando todos los demás lo hicieron.
¿Y yo?
¿Has sentido vergüenza por algo que hiciste y que provocó que todos se rieran de ti? No te pongas triste por eso. Los amigos están para ayudarte.
Mi oración para hoy
Querido Jesús, ayúdame a recordar que tú siempre eres mi mejor amigo y a que pueda mostrar tu amor a los demás.
En la Biblia leemos:
«El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos» (Juan 15: 13).