Pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que puedan soportar. 1 Corintios 10:13
-Uno de mis himnos favoritos es el número 420 –dijo la mamá esa mañana-. Cada vez que lo canto me llega al corazón saber que Dios cuida de mí, y que no debo preocuparme. La autora de la letra fue una mujer llamada Civilla D. Martin y su esposo fue un gran evangelista. Ellos formaron un buen equipo en el que Civilla ayudaba con la música. Un día, mientras se encontraban trabajando en el proyecto de la compilación de un himnario, el pastor recibió una invitación para predicar en otra ciudad. Civilla se puso muy delicada de salud y el pastor, al verla, pensó en cancelar el compromiso. El hijo de los esposos Martin se dio cuenta de la situación, habló con su papá y le recordó que debía confiar en que Dios cuidaría de su mamá mientras él estuviera ausente.
-Era un buen hijo -intervino Susana.
-Sobre todo tenía fe en que Dios cuidaría de su mamá -añadió Mateo.
-Así fue como el hijo animó a su papá a que fuera a predicar. El pastor se fue tranquilo y cumplió su compromiso, que fue de gran bendición para los que lo escucharon. Mientras tanto, Ovilla se quedó en casa pensando en las palabras de su hijo y se puso a escribir unos versos. Cuando regresó el pastor, su esposa estaba bien de salud; ella le mostró lo que había escrito y él se sentó en el órgano y compuso la música. Esa misma tarde ese himno fue entonado por primera vez. Cuando leemos las promesas de Dios, como el texto de este día, debemos estar seguros de que Dios cuidará de nosotros -finalizó la mamá.
Tu oración:QueridoDios, gracias porque en toda circunstancia cuidas de míysé que debo confiar en ti.
´¿Sabias que?
El canto era una parte significativa de la vida religiosa de los israelitas
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2020.
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Por: Noemí Gil Gálvez Colaboradores: Carlita Mariscal & Adriana Jiménez.