La abuela de Juanita Le regaló una caja de galletas. Cuando llegó a su casa, Juanita decidió dárselas a su hermano, Pero él pensó que su mamá las iba a disfrutar mucho en la merienda, así que se las dio. Y como el papá de Juanita iba a viajar al día siguiente, su esposa le puso las galletas en la caja de la merienda. Sin embargo, como él iba a pasar por la casa de la abuela, no se comió las galletas, sino que se las guardó para llevárselas a la abuela. ¡Así que la caja de galletas volvió a las manos de la abuelita! Ella se puso muy feliz al saber que, en su familia, todos eran bondadosos.
¿Y yo?
¿Quieres mucho a los miembros de tu familia? ¿Has descubierto que, cuanto más das, más recibes?
Mi oración para hoy
Querido Dios, coloca en mi corazón el deseo de contribuir a que los demás se sientan contentos.
En la Biblia leemos:
«Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes» (Mateo 7: 12).