«El que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas». Y también dijo: Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza»». Apocalipsis 21 : 5
Durante los últimos cinco años nuestra familia ha servido como misioneros en Filipinas. Ahora estamos en el proceso de regresar a nuestro país de origen. Y esto me recuerda a cuando nos mudamos aquí por primera vez. Mi hermano y yo estábamos un poco nerviosos, porque mis padres decían que nos mudaríamos a la tierra de los filisteos. ¡Puedes imaginar mi alivio cuando supe que nos mudábamos a las Filipinas!
Después de unos días, supimos que teníamos una bendición adicional: vivíamos bajo un gran árbol de mango.
Cuando llegamos, todo era mejor de lo que habíamos imaginado. Bueno, eso fue hasta que escuchamos unos golpes inmensos en el techo. Después de unos días, supimos que teníamos una bendición adicional: vivíamos bajo un gran árbol de mango. A veces, cuando vivimos en un lugar nuevo, puede ser un poco angustioso, pero al final descubrimos que todo era mejor de lo que habíamos anticipado. Hicimos nuevos amigos y realmente hemos llegado a amar a la gente de aquí.
Por supuesto, cuando nos mudamos, trajimos nuestras cosas. Algunas no nos duraron mucho. La humedad nos obligó a comprar deshumidificadores para asegurarnos de que nuestros libros y otros objetos de valor no se echaran a perder. Ahora que nos vamos, decidimos que sería mejor vender algunas de nuestras cosas en lugar de llevarlas de regreso. Será bueno tener una cama nueva, ya que la anterior se está oxidando y desgastando. Creo que a todos nos gusta tener cosas nuevas.
No importa cuánto lo intentemos, no hay nada en este mundo que dure. Jesús habló de eso cuando advirtió: «No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar» (Mat. 6: 19). Incluso nuestros cuerpos físicos no durarán. Finalmente, todos moriremos, porque vivimos en un mundo dominado por el pecado. Lo que me gusta de la lección de esta semana es que nos recuerda las promesas de la Escritura respecto a que no habrá más pecado. La muerte dejará de existir. Lo mejor de todo es que estaremos con nuestro Amigo para siempre, con Jesús, por toda la eternidad.
Esta semana es una oportunidad para imaginar cuán glorioso será el cielo: un mundo completamente nuevo. Es mucho mejor que mudarse a otro país. En la letra de este himno también lo reconocemos: «Y lo terrenal sin valor será, a la luz del glorioso Jesús».
Lección de Escuela Sabática Para Jovenes Universitarios 2019. 1er trimestre 2019 “El libro de Apocalipsis” Lección 13: «TODO LO HAGO NUEVO« Colaboradores: Misael Morillo