LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 6; 7:48; Hebreos 5:11-14; Miqueas 6:1-16; Hechos 7; 8:4-25.
PARA MEMORIZAR:
“Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe” (Hech. 6:7).
Muchos conversos del Pentecostés eran judíos helenistas; es decir, los judíos del mundo grecorromano que ahora vivían en Jerusalén (Hech. 2:5, 9-11). A pesar de ser judíos, diferían en muchos aspectos de los judíos de Judea (los “hebreos” mencionados en Hech. 6:1). La diferencia más visible era que generalmente no sabían arameo, el idioma que se hablaba
en Judea en ese entonces. También había otras diferencias culturales y religiosas. Por haber nacido en países extranjeros, no tenían raíces en las tradiciones judías de Judea, o al menos sus raíces no eran tan profundas como las de estos últimos. Probablemente no eran tan apegados a las ceremonias del Templo ni a los aspectos de la ley mosaica que solo se aplicaban en el territorio de Israel. Además, por haber pasado la mayor parte de su vida en un ambiente grecorromano y por haber vivido en estrecho contacto con los gentiles, naturalmente estarían más dispuestos a comprender el carácter inclusivo de la fe cristiana.
Lección de Escuela Sabática Para Adultos 2018. 3er trimestre 2018
“EL LIBRO DE HECHOS”
Lección 4: “Los primeros dirigentes de la iglesia»