«Hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. I.. Así también hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se convierte». Lucas 15: 7-10, DHH
HAY MÁS GOZO EN LA PRESENCIA de los ángeles celestiales «por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento» (Luc. 15: 7). El Padre y Cristo se regocijan. Todo el cielo está interesado en nuestra salvación. Quien haya sido instrumento de salvación para un alma se podrá sentir muy libre de regocijarse; pues los ángeles de Dios habrán sido testigos de sus esfuerzos con el máximo interés y se gozarán por el éxito de esa persona. — Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 260-261. La humanidad sigue hoy siendo objeto de la solicitud celestial tanto como cuando la gente corriente, durante sus ocupaciones cotidianas, se encontraban con los ángeles al mediodía, y hablaban con los mensajeros celestiales en las viñas y los campos. Mientras recorremos las sendas humildes de la vida, el cielo puede estar muy cerca de nosotros. Los ángeles de los atrios celestes acompañarán los pasos de aquellos que van y vienen a la orden de Dios. — El Deseado de todas las gentes, cap. 4, p. 32. Todos los recursos del cielo están a disposición de los que tratan de salvar a los perdidos. Los ángeles nos ayudarán a llegar hasta los más indiferentes y endurecidos. Y cuando uno se vuelve a Dios, se alegra todo el cielo. Los serafines y los querubines tañen sus arpas de oro, y cantan alabanzas a Dios y al Cordero por su misericordia y amorosa bondad hacia los hijos de los hombres. — Palabras de vida del gran Maestro, cap. 15, p. 155. «Dios nos salvóy nos ha llamado aformar un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho, sino porque esefue su propósitoy por la bondad que ha tenido con nosotros desde la eternidad, por Cristo Jesús>> 2 Timoteo I : 9, DHH