La hospitalidad era algo común en mi hogar. Cada vez que mi abuela estaba planificando
tener invitados, todos ayudábamos en la preparación para recibirlos en nuestro
hogar. De niña, mi tarea era desempolvar todos los muebles. Como quería impresionar
a nuestros invitados, realizaba mi tarea con el mayor cuidado. Cuando los invitados
llegaban a nuestro hogar, sonreía con orgullo por el trabajo que había realizado, y esperaba
que los invitados también lo apreciaran. Jesús es mucho más que un invitado
que llega a nuestro hogar.
Muchos de nosotros hemos oído durante toda nuestra vida que Jesucristo viene
pronto. Con los eventos actuales y la crisis de nuestra sociedad, es fácil ver que las palabras
de Jesús se están cumpliendo: “Se levantará nación contra nación, y reino contra
reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo
de los dolores” (Mat. 24:7 ,8). En tiempos así de tumultuosos, es muy importante que
estemos preparando nuestros corazones y nuestras mentes no solo para poder soportar
las dificultades de los últimos días sino también para elegir vivir con Cristo en el centro
de nuestra vida.
Pero ¿cómo se manifiesta esto? A menudo sentimos la necesidad de impresionar a
otros con nuestros logros, nuestro estatus o la manera en que nos vestimos. Las redes
sociales han creado una fachada aún más artificial. Si hay imperfecciones, con tan solo
usar unos pocos filtros y editar un poco la foto nos veremos increíbles. Gastamos nuestro
tiempo contando los comentarios y los “Me gusta” en nuestras fotos y publicaciones,
y permitimos que estos determinen nuestra identidad y autoestima. Mientras tanto,
el corazón está enfermo, y el espíritu aún más. No prestamos atención a nuestra alma
o al estado de nuestro corazón. Las “telarañas” abundan en nuestro interior. Dios está
preparando un lugar para nosotros, pero nosotros no estamos limpiando nuestro interior.
Mientras aguardamos por la esperanza del regreso de Jesús, él nos llama a prepararnos
dejando de lado las cosas que nos impiden acercarnos a él. Debemos ser honestos
con nosotros mismos sobre las cosas que ocupan lugar de más en nuestra vida. Debemos
preparar nuestros corazones como prepararíamos nuestro hogar para recibir a un
invitado: limpiando y barriendo las cosas que no deben estar allí. Abandonemos esas
cosas, para poder avanzar confiadamente por fe. Y Dios es fiel: él promete liberarnos
de esos hábitos y pecados que nos atan. Si estás luchando por deshacerte de algunas
“telarañas” en tu vida, pídele que te ayude. PARA PENSAR Y DEBATIR
¿Qué luchas en tu vida considerarías que son como telarañas espirituales?
¿Cuál ha sido tu objetivo principal en la vida? Tus objetivos ¿han estado concentrados
en la vida diaria o en la vida eterna?
Alexis Christine Hartline, Collegedale, Tennessee, EE.UU.
#RPSP: Hoy, 2 Corintios 5 – Durante esta semana, DTG caps. 42-44
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes 2018. 3er trimestre 2018 “Caminar En El Camino” Lección 13 Del 23 al 29 de junio
«El regreso de nuestroSeñor Jesús»