LOS DISCÍPULOS entraron en pánico. La noche era oscura y los vientos contrarios, y las olas gigantes inundaban la pequeña embarcación. Esos hombres valerosos, acostumbrados a vivir en el mar, pero esa noche era completamente diferente a las otras. Hubo un momento en el que creyeron que habían llegado al final de la línea.
Hasta era sarcástico. Hombres nacidos cerca del mar, crecidos en el mar, habituados al mar, morir justamente allí, en el terreno que mejor conocían y dominaban. A veces Dios nos permite que fracasemos precisamente en el terreno que dominamos bien, para enseñarnos a depender de él. El texto de hoy dice que Jesús apareció en la cuarta vigilia.
Los judíos dividían la noche en cuatro vigilias. La cuarta era el periodo comprendido entre las cuatro y las seis de la mañana. Jesús no apareció en ese momento sin un motivo específico. Aquí hay algo que necesitamos aprender. No sé si alguna vez pasaste la noche en el campo. Tampoco sé si alguna vez tuviste la curiosidad de observar la oscuridad. La noche es oscura pero ¿observaste en qué momento la noche se torna más oscura? Es precisamente minutos antes de salir el Sol. Cuando las tinieblas de la noche se hacen mas densas. Significa que en cualquier momento despuntará la luz de un nuevo día.
Según el versículo de hoy Jesús debe haber aparecido entre las cuatro y seis de la mañana, justamente en la hora más difícil. Esa noche los discípulos habían luchado contra los vientos y las olas y ahora estaban en el momento de la mayor oscuridad. Todo indicaba que estaban perdidos. Humanamente no había salvación, estaban cansados, agotados y desesperados. Fue entonces cuando apareció Jesús. Lo que el Señor Jesús quiere decirnos es que El siempre aparece en el momento de extrema necesidad humana. Cuando parece que todo está perdido, cuando los hombres dicen que ya no existe solución, cuando luchaste y luchaste y llegaste al límite de tu resistencia.
Ahora vemos como Jesús aparece: andando sobre el mar. Los discípulos podían esperarlo de cualquier forma, menos caminando sobre el mar. Porque Jesús siempre aparece de la manera que menos esperamos, en forma inverosímil, a veces contradictoria pero es Jesús, y las cosas con Jesús escapan a toda predicción humana.
Si el día de hoy se presenta para ti aparentemente difícil; si piensas que no existe solución humana para tu problema, si tu empresa, tu hogar están yendo a pique, y llegaste al límite de tus fuerzas no te desesperes. En la cuarta vigilia de la noche, siempre hay un lugar para Jesús. El aparecerá si confías, él aparecerá si confías. ¡Pero cuidado! Puede aparecer de la manera que menos te imaginas, ¿Estás listo para aceptarlo?