Dios extiende el relámpago sobre el mar, dejando oculto el fondo del océano, Job 36: 30.
No fue hasta 1977, cuando dos hombres se sumergieron en lo profundo del océano cerca de las islas Galápagos, próximas a la costa de Sudamérica, que se descubrieron los primeros gusanos de tubo gigantes. Los científicos buscaban ventilas hidrotermales. Cuando la temperatura de sus instrumentos de medición se elevó, subieron a su pequeño submarino, llamado Alvin, y descendieron casi 3,000 metros. Encontraron una comunidad entera de vida. Alrededor de las ventilas vivían los gusanos de tubo.
Nadie jamás había visto a esos gusanos. Los biólogos marinos ni siquiera sabían que existían. Surgieron nuevas teorías y especulaciones. Primero, se pensó que solamente vivían en aquella zona. Desde entonces, se los ha encontrado en seis o siete lugares más. En marzo de 1984, el Alvin y sus dos tripulantes se sumergieron en el fondo del Golfo de México. Ahí vieron gusanos de tubo que no vivían cerca de ninguna ventila hidrotermal. Los biólogos marinos comenzaron a especular que podrían vivir gusanos de tubo por todo el mundo, en el fondo del mar.
Te preguntarás cómo comen y viven estos gusanos. Los científicos han descubierto que las bacterias que viven dentro de los gusanos, los alimentan. A su vez, las bacterias aprovechan ciertas propiedades de la sangre de los gusanos, que usan para fabricarse alimento a partir de los químicos del agua. Así que los gusanos de tubo y las bacterias se ayudan mutuamente.
Así como los científicos siguen descubriendo criaturas nuevas en la naturaleza, mucha gente descubre nuevas verdades en la Palabra de Dios. NO es que el nos haya escondido algo. Mas bien, tanto en su mundo natural como en su mundo espiritual, faltan muchas cosas por descubrir.
Pide a Dios que te ayude a descubrir nuevas verdades en la Biblia hoy, y que también te ayude a creerlas.