En mi Biblia: «Si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler» (1 Corintios 12: 17).
Tiempo para vivir
IMAGINA que no tienes nariz, y que no puedes oler el matiz de una rosa, o del pan de la abuela sacado del horno con aroma a canela. Me alegra al zorrillo poder oler, por si lo veo saber qué hacer. Si alguna vez su olor siento llegar, significa que me debo alejar.
En verdad Dios sí que me supo hacer al haberme permitido oler.
Actividad: ¿Qué debes hacer si sientes olor a quemado? Pídele a un adulto que te lo diga.
Oración: Querido Jesús, gracias por haberme hecho tan bien. Amén.