Con el capítulo 11 termina la parte doctrinal del libro de Romanos. Los capítulos
12 a 16 presentan instrucciones prácticas y notas personales. No obstante,
estos capítulos finales son extremadamente importantes porque muestran cómo
debe ser la vida de fe.
En primer lugar, la fe no es un sustituto de la obediencia, como si la fe de
alguna manera anulara nuestra obligación de obedecer al Señor. Los preceptos
morales siguen vigentes; se explican y hasta se amplifican en el Nuevo Testamento.
Y tampoco se da ninguna indicación de que sea fácil para el cristiano regir su vida
mediante estos preceptos morales. Al contrario, se nos dice que a veces podría ser
difícil, porque la batalla contra el yo y el pecado siempre es difícil (1 Ped. 4:1). Al
cristiano se le promete el poder divino y se le da la seguridad de que la victoria es
posible, pero todavía estamos en el mundo del enemigo y tendremos que librar
muchas batallas contra la tentación. Lo bueno es que, si caemos, si tropezamos,
no somos rechazados, sino que tenemos un Sumo Sacerdote que intercede por
nosotros (Heb. 7:25).
Lee Romanos 12:1. La analogía que aquí se presenta ¿qué nos revela en cuanto a la forma en que debemos vivir como cristianos? ¿Cómo encaja Romanos 12:2 con esto?
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En Romanos 12:1, Pablo alude a los sacrificios del Antiguo Testamento. As
como en la antigüedad se sacrificaban animales a Dios, ahora los cristianos deben
entregar su cuerpo a Dios, no para morir, sino como sacrificio vivo dedicado a
su servicio.
En tiempos del antiguo Israel, se examinaban con mucho cuidado todas las
ofrendas presentadas como sacrificio. Si se descubría algún defecto en el animal,
era rechazado, porque Dios había ordenado que la ofrenda fuera sin mancha. Por
lo tanto, se insta a los cristianos a presentar su cuerpo “en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios”. Para lograr esto, todas sus facultades deben conservarse en la
mejor condición posible. Aun cuando ninguno de nosotros esté sin mancha, lo
importante es que debemos tratar de vivir de un modo tan intachable y fiel como
podamos.
“Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Rom. 12:2). De esta manera, el apóstol describe el progreso (cristiano); porque se dirige a los que ya son cristianos. La vida cristiana no significa quedarse quieto, sino pasar de lo que es bueno a lo que es mejor”.–M. Lutero, Commentary on Romans, pp. 167, 168. ¿Qué quiere decir “pasar de lo que es bueno a lo que es mejor” en la vida cristiana?