«Toda escritura esta inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios este capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien». (2 Timoteo 3:16-17).
Hay herramientas que uno usa todo el tiempo. Para alguna gente, es el teléfono celular; para otra, la cinta adhesiva; para mí, un truco de magia con dos palillos de dientes. Me parece que este sencillo truco es útil, sobre todo en momentos de aburrimiento. Con la mano derecha mantengo uno de los palillos en forma horizontal. Con la otra mano dejo que el segundo palillo descanse sobre el primero y, de repente, sin el más mínimo movimiento, provoco que el segundo palillo salte lejos del primero. Lo he usado como herramienta de cambio para que algunas personas me den algo que quiero. Lo he usado también para calmar a una multitud ingobernable de niños en un evento escolar. Una vez, lo usé para distraer a mi hijo mientras esperábamos que Melissa saliera del centro comercial. Dependiendo de mis habilidades ese día, a veces puedo hacer que el segundo palillo salga volando al mandato del espectador. La belleza de este truco es que puede ser lo suficientemente convincente como para captar la atención de cualquiera por unos minutos. También lo uso cada vez que quiero cambiar de tema. ¡Un niño incluso me pagó diez dólares para que lo hiciera!
Una buena herramienta es aquella que podemos utilizar de muchas maneras. La Biblia es ese tipo de herramienta. Si estás buscando personajes inspiradores, en ella los encontrarás. ¿Necesitas encontrar sentido a la vida? Ella te ayudará. ¿Buscando respuestas a situaciones difíciles? La Biblia las tiene. Aun cuando no quieras saber lo que dice porque sabes que lo que estás haciendo no es lo correcto, te ayudará a regresar de nuevo al camino. ¿Quieres saber qué va a ocurrir en el futuro o por qué sucedieron ciertas cosas en el pasado? Encontrarás esas respuestas en sus páginas.
La Biblia ha superado la prueba del tiempo. Con más de cuarenta autores —desde pastores y agricultores hasta reyes—, es capaz de conectar con la vida de toda persona que la lea. Dios la hizo así para que todo el mundo pudiera aprender algo de ella, independientemente de su profesión, raza, edad o situación económica. Es la herramienta multiusos esencial para la experiencia humana. Comienza a aprender cómo puedes usarla en tu vida.