«Se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduríaõusticiay devoción a Dios, mientras anhelamos con esperanza ese día maravilloso en que se revele la gloria de nuestro gran Dios y SalvadorJesucristo». Tito 2: 12, 13, „
¡OJALÁ NUESTRO CORAZÓN pueda ser profundamente impresionado con lo determinante que resulta que vivamos consagrados a Dios; y así el mundo pueda darse cuenta, al tratar con nosotros, de que hemos estado con Jesús, y que hemos aprendido de él!La valoración del cristiano no depende de pertenecer una familia encumbrada, o de poseer talentos deslumbrantes, sino de tener la conciencia limpia y un carácter que, purificado y refinado, refleje la imagen de la Divinidad. La presencia de Aquel que dio su vida por nosotros, embellece todo el ser. […] Los hombres y mujeres de oración tienen fuerza y poder, y están capacitados para conducir a los pecadores a la cena de bodas del Cordero. […] No permitamos que insignificancias absorban nuestro tiempo y nuestras energías. Concentremos nuestra mente en los gloriosos temas de la Palabra de Dios. Un estudio de ellos nos dará la fortaleza que nos sostendrá a través de las pruebas y dificultades de los últimos días, y nos llevará adonde caminaremos con Cristo vestidos con vestiduras blancas, porque somos dignos.En la Palabra de Dios, estudiada y obedecida, tenemos una guía espiritual y un instructor por cuyo medio las peores cualidades de carácter que se encuentran en nosotros pueden ser sometidas a la disciplina de su ley. Si las enseñanzas de la Palabra se convirtieran en la influencia dominante de nuestra vida, si la mente y el corazón se sometieran a su poder restrictivo, los males que ahora existen en las iglesias y las familias no tendrían lugar. Las más puras bendiciones descenderían sobre las familias convertidas, y de esos hogares
13saldría una influencia que haría del pueblo de Dios una potencia que se pondría del lado de la verdad.— Review and Herald, 24 de noviembre de 1904.