Si un ciego guía a otro, los dos caerán en algún hoyo. Mateo 15: 14.
(Necesitarás dos vendas para cubrir los ojos).
Hagamos un ejercicio. Imagina que no puedes ver (vende sus ojos). Mamá o papá te llevará de la sala a tu habitación, tomándote del brazo(lleve así a su niño(a). ¿Tuviste problemas para llegar? ¿Por qué fue fácil?
Dios ha colocado a personas mayores que tú, que ya fueron pequeños, para que te ayuden a crecer sanamente, gracias a sus consejos y guía. ¿Sabes quiénes son? Pues tus papás, tus maestros en escuela, tus maestros de la iglesia, tus abuelos, tíos y todas las personas adultas que te rodean y desean tu bienestar.
Ahora imagina mamá o papá tampoco puede ver. Vayan juntos a tu cuarto (ambos se vendan los ojos, coloque obstáculos para que sea más difícil llegar). Fue muy difícil, ¿verdad?
Jesús dijo que un ciego no puede guiar a otro ciego. Es decir, algunos niños y algunas niñas confían más en personas
que no conocen a Dios, y que pueden conducirnos a hacer cosas malas.
Por ejemplo, amigos que admiramos, aunque en sus vidas no esté Jesús. El desea que confíes en las personas que ha colocado en esta tierra para que te orienten y te ayuden. ¡Cuidado con los amigos que tienes! ¿Aman a Jesús y toman buenas decisiones? Si admiras a alguien de la televisión o algún super héroe, ¿su vida es real? ¿Hace cosas dignas de imitar?
HABLA CON JESÚS:
Querido Jesús, ayúdame a confiar solamente en ti, y en las personas desean mi bien. Amén.