Ustedes, hermanos, tengan paciencia, Santiago 5:7,
Necesitarás tres círculos (rojo, amarillo, verde) y un premio (puede ser una galleta o una fruta).
Los semáforos son esas luces que encontramos en las esquinas de las calles por donde pasan los autos y la gente. ¿Sabes para qué sirven?
Los semáforos sirven para que la gente espere su turno antes de cruzar la calle, y que los automóviles sepan cuándo avanzar y cuándo detenerse.
El color amarillo indica a los autos que casi es tiempo de parar y solamente dura unos segundos. Luego viene la luz roja nos indica que los autos deben detenerse por completo y esperar. La luz verde indica que ya es el turno de los autos de avanzar, porque ya todas las personas que esperaban en el semáforo han cruzado la calle.
Algunas personas no están acostumbradas a esperar su turno paciencia y comienzan a tocar el claxon, o pasan cuando el semáforo está en rojo. Eso está mal porque podrían provocar un accidente.
¡Vamos a jugar al semáforo, a ver si sabes esperar tu turno! Al final de tu ruta encontrarás un premio.
Colócate de pie. Cuando mamá o papá te enseñe el círculo verde, camina. Si te enseña el amarillo, detente. Cuando muestre el rojo, párate en un solo pie. Si llegas a la meta sin desesperarte y respetando las señales, podrás disfrutar tu premio.
¿Te das cuenta de que es muy importante esperar nuestro turno? Así podemos convivir con las demás personas en paz y armonía.
HABLA CON JESÚS
Querido Jesús, ayúdame a esperar mi turno con paciencia siempre. Amén.