“Usted es muy amable conmigo, y sus palabras me llenan de aliento” (Rut 2:13).
Había una vez un agricultor que cada año ganaba un concurso al “Mejor producto del año”. Tal fue su fama en la región, que la prensa se interesó en él, y los medios enviaron a un periodista para que le hiciera una entrevista. La pregunta más interesante de toda la entrevista fue esta:
-¿Cuál es el secreto de su extraordinaria cosecha de maíz?
La respuesta fue aún más interesante que la pregunta:
-La calidad de mi maíz se debe a que comparto mi semilla con mis vecinos.
-¿Qué quiere decir usted con eso? -quiso saber el reportero-, ¿Cómo es posible que compartiendo usted su semilla obtenga mejor cosecha que los demás? ¿Y por qué la va a compartir y arriesgarse, así, a perder el concurso?
-La respuesta es muy sencilla -aclaró el agricultor-. Verá usted: el viento arrastra el polen del maíz maduro de un sembrado a otro. Si mis vecinos cultivan un maíz de mala calidad, la polinización cruzada dañaría la calidad de mi maíz. Si quiero cosechar buen maíz, no solo debo sembrar buen maíz en mis tierras, sino además debo encargarme de que en los terrenos que colindan con el mío también se siembre maíz de calidad.
Entonces sucede una cosa: yo soy feliz, y mis vecinos también. ¡Todos salimos ganando!
¿No crees que todos saldríamos ganando si pusiéramos en práctica el secreto de este buen hombre? Nosotros, más bien, hacemos todo lo contrario. Somos competitivos, queremos destacar, queremos ganar en los deportes, queremos caer bien a todo el mundo, aunque para ello tengamos que dejar mal a otros.
Jesús nos enseña un método mejor, que es el mismo de este agricultor. Jesús nos enseña a irradiar bendición, felicidad y bondad dondequiera que estemos, para que todo el mundo se beneficie por la presencia de un cristiano entre ellos. Si quieres cosechar buenas relaciones personales y grandes amistades, siembra pensando en los demás. La cosecha que recibiremos, si tenemos una actitud tal, será de calidad. Todo el mundo se siente atraído por la gente que comparte felicidad, buenas palabras y bendición donde vaya. ¿Por qué no intentas ser una de esas personas? Puedes empezar hoy mismo.