CUANDO EL PECADO REINA ¿Qué amonestación se nos da en Romanos 6:12?
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La palabra reinar muestra que, aquí, el “pecado” está representado como un
rey. La palabra griega traducida como “reinar” significa, literalmente, “ser un rey”
o “funcionar como rey”. El pecado está demasiado dispuesto a asumir el reinado
de nuestro cuerpo mortal y a determinar nuestro comportamiento.
Cuando Pablo dice “no reine […] el pecado”, sugiere que el justificado puede
optar por impedir que el pecado se erija como rey en su vida. Aquí es donde entra
en acción la voluntad.
“Lo que necesitas entender es la verdadera fuerza de la voluntad. Este es el
poder que gobierna en la naturaleza del hombre: el poder de decidir o de elegir.
Todo depende de la correcta acción de la voluntad. Dios ha dado a los hombres el
poder de elegir; depende de ellos el ejercerlo. Tú no puedes cambiar tu corazón,
tú no puedes por ti mismo dar sus afectos a Dios; pero puedes elegir servirlo.
Puedes darle tu voluntad; entonces él obrará en ti tanto el querer como el hacer
de acuerdo con su voluntad. De este modo, tu naturaleza entera será puesta bajo
el dominio del Espíritu de Cristo; tus afectos se centrarán en él y tus pensamientos
estarán en armonía con él” (CC 47).
La palabra griega traducida en Romanos 6:12 como “concupiscencias” significa
“deseos”. Estos deseos pueden ser tanto de cosas buenas como de cosas malas;
cuando reina el pecado, nos hará desear lo malo. Los deseos serán fuertes, incluso
irresistibles, si luchamos contra ellos por nuestra cuenta. El pecado puede ser un
tirano cruel que nunca está satisfecho y siempre regresa por más. Solo mediante
la fe, solo al reclamar las promesas de la victoria, podemos derrocar a este amo
implacable.
La palabra pues, en Romanos 6:12, es importante. Hace referencia a lo que se
ha dicho antes, específicamente, a lo que se ha dicho en Romanos 6:10 y 11. El
bautizado ahora “para Dios vive”. Es decir, Dios es el centro de su nueva vida. La
persona sirve a Dios, haciendo lo que le agrada a Dios y, por lo tanto, no puede
servir al pecado al mismo tiempo. Está “vivo para Dios en Cristo Jesús”.
Repasa la cita de Elena White en el estudio de hoy. Observa lo crucial que es el
concepto del libre albedrío. Como criaturas morales, debemos tener libre albedrío:
el poder de elegir entre el bien y el mal, entre Cristo o el mundo. Durante
las próximas 24 horas, trata hacer un seguimiento consciente del modo en que
utilizas este libre albedrío moral. ¿Qué puedes aprender del uso, o abuso, que
haces de este don sagrado?